Hipócrates, el famoso curandero griego antiguo, dijo: "¡Somos lo que comemos! " Tenía razón en muchos aspectos, es decir, la cultura del consumo de alimentos, los beneficios o daños de los alimentos para el cuerpo humano. Por tanto, algunos productos son imprescindibles para el normal y completo funcionamiento de todos los órganos y sistemas, mientras que otros, por el contrario, pueden reducir la calidad de vida y provocar enfermedades graves, como la pancreatitis. En este caso, una nutrición adecuada y equilibrada es un tratamiento que puede prevenir una posible recurrencia.
La pancreatitis es un proceso inflamatorio que se produce en el páncreas. Este órgano juega un papel importante en la función del tracto digestivo. Su función principal es producir insulina y las enzimas digestivas necesarias para descomponer y digerir los nutrientes:
Tripsina, utilizada para digerir proteínas;
lipasa, que procesa grasas;
La lactasa, maltasa, amilasa y sacarasa aseguran la conversión de carbohidratos complejos en azúcares simples.
Normalmente, el jugo pancreático lleno de enzimas pasa a través del conducto hacia el duodeno, que es la etapa principal de la digestión de los alimentos. La patología ocurre cuando la secreción de líquido enzimático se vuelve demasiado activa y en cantidades que fisiológicamente no pueden migrar "rápidamente" de la glándula. Durante este tiempo, las enzimas digestivas interactúan con las células pancreáticas, provocando la muerte de las células pancreáticas, estimulando la inflamación y la estasis.
En la mayoría de los casos, la pancreatitis es causada por la ingesta excesiva y regular de alcohol, grasas y alimentos grasosos. Esta dieta hace que el páncreas funcione constantemente de forma mejorada, produciendo un exceso de enzimas que tienen efectos tóxicos no sólo en el órgano en sí, sino también en otros sistemas que sustentan la vida y en el torrente sanguíneo de todo el cuerpo.
La misma reacción puede ocurrir al tomar ciertos medicamentos.
Otra causa común de la enfermedad es la obstrucción parcial o completa del conducto pancreático. Esto puede deberse a la formación de cálculos (en el caso de colelitiasis), formación de quistes, tumores, lesiones y, en casos raros, anomalías estructurales. Con menos frecuencia se diagnostican casos de enfermedades por parasitismo de microorganismos patógenos y otras patologías del tracto gastrointestinal (colecistitis, colangitis, etc. ).
Reglas generales
Hay dos formas principales de patología: aguda y crónica. En el primer caso, los síntomas son los más evidentes: dolor intenso en el lado izquierdo, que se irradia al antebrazo, vómitos frecuentes y congestión. Los ataques suelen ocurrir después de comer alimentos fritos o picantes o bebidas alcohólicas. En este caso, se requiere hospitalización de emergencia y tratamiento inmediato para estabilizar la afección lo antes posible y evitar complicaciones peligrosas como necrosis pancreática e insuficiencia orgánica múltiple.
No ingiera ningún alimento dentro de los 2 o 3 días posteriores al inicio de la enfermedad para evitar la producción de secreciones enzimáticas. Durante este tiempo, el cuerpo se alimenta mediante un goteo.
Puedes beber alcohol si quieres, pero en pequeñas cantidades. Se permiten agua mineral o hervida, té suave y decocción de rosa mosqueta. Una vez que el dolor disminuyó, el paciente volvió gradualmente a una dieta normal. Es importante no sobrecargar la glándula y darle tiempo para que se recupere, por lo que la dieta debe ser lo más suave posible. No debes comer más de 150 gramos, hasta 6 veces al día.
Todos los platos se preparan hirviendo o cociendo al vapor en forma líquida o semilíquida (caldo, puré, papilla) y se enfrían a temperatura cálida antes de consumirlos. Poco a poco, la dieta se va ampliando para incluir más alimentos ricos en calorías y no picados. La nutrición adicional para la pancreatitis sigue siendo pequeña y moderada.
Para las enfermedades crónicas, el cuadro clínico no es tan brillante. En este caso, la patología ha afectado a una gran parte del tejido glandular, provocando una grave alteración de las funciones del órgano, principalmente de la producción completa de enzimas. Se observaron trastornos digestivos persistentes: diarrea, hinchazón, cambios en la calidad de las heces, pero no se produjo dolor. Sin embargo, durante una exacerbación, los síntomas se vuelven más graves y se acompañan de un dolor intenso.
Los principios de la modificación de la dieta son los mismos que los de la pancreatitis aguda. Después de tres días de ayuno, se cambia al paciente a una comida pequeña y baja en calorías (proteínas: 60 g por día, grasas: 50 g por día). La duración de este régimen es de 5 a 7 días. Además, la naturaleza de los alimentos cambia según el estado del paciente. Priorice las proteínas y mantenga bajo el contenido de grasas. Los alimentos líquidos deben combinarse con alimentos espesos y picados; se permite guisarlos o asarlos.
La ingesta diaria de sal no debe exceder los 6 gramos (para cualquier tipo de patología).
¿Por qué seguir la dieta para la pancreatitis?
Los ataques agudos de la enfermedad pueden dañar gravemente la salud de las glándulas. Sólo en casos raros el órgano puede recuperarse completamente sin consecuencias. En general, esta enfermedad no desaparece sin dejar rastro, especialmente si una persona vuelve a beber o comer de forma inadecuada. La conversión a la forma crónica es una condición peligrosa; la recuperación total ya no será posible. En este caso, la glándula afectada no puede producir la cantidad necesaria de enzima; se requiere el uso regular (generalmente de por vida) de análogos de medicamentos.
La nutrición dietética en la pancreatitis es obligatoria. El objetivo principal es aliviar los órganos enfermos, reducir la hipersecreción y evitar que la afección empeore nuevamente. Se excluyen del menú los alimentos que son difíciles de digerir y que requieren mucho tiempo para digerirse, que requieren una mayor producción de jugo pancreático. La dieta debe elegirse de manera que garantice el funcionamiento normal del páncreas y la máxima recuperación del tejido dañado.
La dieta juega un papel importante en la prevención de la diabetes. Hay un área especial en la glándula llamada islotes de Langerhans donde se produce una hormona especial llamada insulina. Si la inflamación afecta a estas formaciones, se reduce la producción de hormonas, lo que en última instancia puede conducir al desarrollo de trastornos endocrinos. En este caso, se cree que la desnutrición es el factor predisponente.
Productos permitidos para tratar la pancreatitis.
Una vez que los síntomas desaparecen, se le muestra al paciente la Tabla de Dieta No. 5p. Hay dos opciones: básica y avanzada. El primero se prescribe para casos de curso crónico y ataques agudos de patología activa. Está presente en cantidades muy limitadas y se compone principalmente de carbohidratos de fácil digestión.
La nutrición fortificada en la pancreatitis es una modificación de la dieta con carbohidratos mediante la adición de productos proteicos. Su contenido diario en los alimentos no supera los 125 g, mientras que la cantidad de grasas consumidas no supera los 70 g, además, teniendo en cuenta las cantidades de otros nutrientes necesarios para la salud:
Vitamina A – 10 mg;
Vitaminas B – 2 a 10 mg;
Vitamina C – hasta 150 g;
Calcio – 0, 8 g;
Sodio – 3 gramos;
Fósforo - 1, 3 gramos;
Magnesio – 0, 5 g;
Hierro – 0, 03 g.
Todo esto demuestra que el menú diario no sólo debe ser saludable, sino también variado gracias al uso de diversos productos permitidos.
verdura: Patatas, pepinos, coliflor, algas, judías verdes, calabaza, calabacín, apio, zanahoria. Existe mucha controversia entre los nutricionistas sobre el consumo de remolacha. Se sabe que los tubérculos cocidos son saludables, pero sus altos niveles de betaína y azúcar plantean dudas sobre su seguridad como alimento para la inflamación pancreática.
Las verduras se hacen puré y se comen como parte del primer plato. Permita gradualmente la transición a moliendas más gruesas.
frutas, bayas: Manzana, pera, granada, melocotón, fresa, frambuesa. Los productos se hornean (manzanas), se cuecen al vapor o se preparan en diversos platos deliciosos (sin azúcar): conservas, confituras, mousses, malvaviscos, mermeladas, jaleas.
Carne (carne magra): Pavo, pollo, conejo, ternera (solomillo o solomillo). Se puede tomar después de que la condición del paciente sea estable. Se utilizan para cocinar caldos, sopas, filetes al vapor, albóndigas, albóndigas y soufflés.
pez: Barracuda, lucio, carpa, perca, merluza, bacalao, bacalao, bacalao azul. Hervir en trozos o transformarlo en carne picada para cocinar al vapor.
Productos lácteos (bajos en grasas): Leche, kéfir, yogur, queso, nata, yogur. Beba bebidas lácteas fermentadas poco a poco durante el día, use leche para cocinar gachas y use queso para guisos y pudines.
También cabe destacar el queso. Solo se permiten quesos blandos encurtidos: feta, suluguni, etc. Estos productos se trituran y se añaden a los alimentos durante el proceso de cocción.
cereales: Sémola, arroz, trigo sarraceno, avena. Lo más adecuado es moler cereales hasta convertirlos en harina.
espaguetis: cualquier. Prepárelo según las instrucciones, dando prioridad a los artículos pequeños.
Huevo: Pollo, codorniz. Se pueden comer cocidos (en puré), medio cocidos (raramente) o en tortilla.
pan: Trigo (ayer), salvado, galletas saladas, bizcochos.
Aceite: Poco a poco se van introduciendo en el menú nata (hasta 30 g al día), verduras (semillas de lino, aceitunas, girasol refinado).
bebidas: Té ligero, frutas confitadas, bayas no ácidas, zumos de frutas diluidos, agua mineral.
Toda la comida se prepara antes de las comidas. Está prohibido "freír" verduras en sopa.
Productos que están total o parcialmente restringidos
Desafortunadamente, una enfermedad peligrosa tiene sus reglas estrictas que el paciente debe seguir para seguir viviendo. En primer lugar, tiene que ver con la alimentación diaria. Para evitar posibles recaídas futuras y un empeoramiento de la afección, es necesario dejar de comer ciertos alimentos de forma definitiva. Por supuesto, esto es difícil de aceptar, pero el costo de la desnutrición durante la pancreatitis suele ser la vida del paciente.
Hacer dieta no debe verse como una forma de tortura. La cantidad de comida comestible es bastante grande y se reparte por todas las zonas de la mesa. Además, si el paciente se siente bien, se puede ampliar la nutrición con pancreatitis introduciendo alimentos no incluidos en la dieta principal (algunas verduras de temporada, frutas, etc. ). Su consumo debe limitarse estrictamente y controlarse cuidadosamente la reacción del organismo. Si aparece algún síntoma, incluso leve, que indique un posible ataque, se deben eliminar inmediatamente los nuevos alimentos introducidos en la dieta.
La dieta del paciente no contiene alimentos ricos en grasas. En primer lugar, se trata de carnes (cerdo, cordero, pato, ganso, despojos). También están prohibidos los productos cárnicos semiacabados y las salchichas. Este último presenta un peligro potencial especial, ya que contiene grandes cantidades de aditivos aromatizantes químicos que pueden irritar todo el sistema digestivo. La excepción son las salchichas o el jamón elaborados con aves comestibles, que a veces se comen en pequeñas cantidades.
No están incluidos en el precio diversos pescados grasos de mar y río (salmón, beluga, esturión, esturión, etc. ), así como caviar, panecillos y sushi. Se permiten platos de pescado y marisco con un contenido moderado de grasa (no más de 2 veces por semana).
Del menú dietético deben excluirse las verduras con alto contenido de fibra y alta acidez: repollo, rábano, colinabos, nabos, nabos, espinacas, acedera, maíz, espárragos, berenjenas. No se deben servir verduras encurtidas, encurtidas, saladas, jengibre, aceitunas o platos cocidos con ajo y cebolla. El producto debe ser tratado térmicamente antes de su consumo; no debe consumirse crudo. Si no hay signos de inflamación pancreática, los tomates dulces se pueden utilizar con precaución en la dieta.
Las frutas y bayas contienen grandes cantidades de ácido, lo que provoca una mayor secreción de jugo pancreático. Por tanto, no es aconsejable su uso, especialmente durante la recuperación tras un ataque. Están prohibidos los cítricos, los caquis, los melones, las bayas frescas y sus jugos. Se permiten frutos secos de forma limitada.
No está incluido el consumo de setas y frijoles. Estos productos son una gran fuente de proteína vegetal y ayudan a activar el páncreas. Además, pueden producirse trastornos no deseados en otros órganos del tracto gastrointestinal: aumento de la formación de gases, estreñimiento, que es especialmente problemático en pacientes con pancreatitis.
Están prohibidos los alimentos no digeribles elaborados a partir de cereales: mijo, cebada, guisantes y cebada perlada. La consistencia del cereal terminado debe ser semilíquida y espesa, no se recomienda consumirlo desmenuzable.
La leche grasa y sus derivados (requesón, kéfir, crema agria) son muy indeseables. Se prohíben los quesos y productos de queso duros, salados y picantes.
A la hora de preparar los alimentos, no utilice especias ni sirva salsas elaboradas en fábrica: mayonesa, ketchup, mostaza, etc. Está estrictamente prohibido freír. Los alimentos fritos (incluidas las verduras salteadas para sopa) son ricos en muchos carcinógenos y otras sustancias nocivas que tienen un efecto inhibidor sobre el funcionamiento de todo el tracto digestivo. El consumo regular de estos alimentos puede desencadenar nuevos ataques. Lo mismo ocurre con el tocino o el pescado enlatado. No debes mantener el pescado en pequeñas cantidades de agua porque. . . esto liberará sustancias extractivas necesarias para aumentar la producción de jugo pancreático.
Están prohibidos el pan fresco, los productos de panadería y los dulces. Estos alimentos son una fuente de grandes cantidades de carbohidratos, que estimulan la actividad de los órganos enfermos y aumentan la liberación de insulina. Combinada con grasas para cocinar (margarina, etc. ), se trata de una carga grave que la pancreatitis no puede tolerar. Por lo tanto, tampoco se deben comer tartas, bollería, helados, chocolate o miel.
Está estrictamente prohibido cualquier bebida alcohólica, así como el espresso, las bebidas carbonatadas, el cacao y el té verde.
Menú de muestra para una semana con pancreatitis.
La nutrición es bastante escasa en la fase aguda de la pancreatitis, pero es necesaria para aliviar la inflamación. Se prescriben 6 planes de alimentación:
desayuno. Lo mejor es agregar agua para cocinar gachas blandas, si no hay síntomas se puede agregar leche diluida. Puedes complementar tu comida con una tostada con mantequilla.
Almuerzo. Por lo general, incluye requesón o tarta de queso sin fermentar, jaleas y purés.
cena. El primer plato fue una sopa ligera de caldo y verduras. El segundo plato es soufflé de carne o pescado, chuleta de cerdo al vapor, puré de cereales y verduras.
Bocadillo de la tarde. Los ingredientes son similares a los del segundo snack.
cena. Esta comida es mejor ligera pero con un contenido adecuado de proteínas. Como guarnición, el pescado hervido y la salsa de carne son adecuados.
Por la noche. Reemplace la comida con una taza de kéfir o yogur bajo en grasa.
Dependiendo del estado del paciente, se añaden al menú diario otros platos de la lista de productos permitidos.
los lunes
Gachas de arroz, infusión de rosa mosqueta.
Manzanas asadas con orejones.
Consomé de pollo con picatostes, soufflé de pescado.
Kissel, galleta.
Albóndigas de pavo, puré de calabaza y zanahoria.
Kéfir.
Martes
Gachas de trigo sarraceno y té con leche.
Requesón desnatado (100 g), mousse de manzana.
Sopa de puré de verduras, albóndigas de ternera al vapor.
Fruta confitada, un trozo de queso tierno y ligeramente salado.
Lubina hervida con patatas.
Riazhenka.
Miércoles
Avena con agua y frutos secos.
yogur.
Sopa de arroz con zanahoria, pan con queso.
mermelada.
Cazuela de queso con peras y pan de trigo.
yogur.
Jueves
Tortilla al vapor (blanca), sándwich de mantequilla, té.
Pudín de cuajada.
Sopa de pescado, soufflé de conejo con guarnición de zanahoria.
Kéfir, gelatina.
Filete de pollo al vapor con puré de coliflor.
Leche cuajada.
Viernes
Tarta de queso al vapor, bebida de rosa mosqueta.
Manzanas al horno.
Crema de calabaza, rollitos de pavo con verduras.
yogur.
Ternera hervida, pudín de zanahoria.
Té sin azúcar.
Sábado
Hervir claras de huevo, kéfir.
Purés, galletas.
Fideos caseros con sopa de verduras y filete de pavo.
requesón.
Pasta con guisantes, fruta confitada.
Varenec.
Domingo
Gachas de sémola con mantequilla.
Mousse de manzana.
Sopa de pollo con albóndigas de patata, albóndigas de pescado.
Puré de verduras.
Pavo al vapor con guarniciones de calabacín y zanahoria.
Leche (baja en grasa).
recetas dietéticas
Gachas de calabaza
Necesitará:
Arroz triturado de grano redondo - media taza;
Calabaza – 300 g;
Mitad y mitad de leche y agua: solo 1 taza;
Azúcar – 1 cucharadita;
Sal.
Cortar en trozos la calabaza previamente pelada y sin semillas, hervir con un poco de agua hasta que esté blanda y tamizar. Otra opción es posible: rallar las verduras y añadirlas a la olla con el arroz.
Agrega el cereal a la leche diluida hirviendo y cocina por 15 minutos. Luego agrega el puré de calabaza, el azúcar y un poco de sal. Revuelve y continúa a fuego alto durante 2-3 minutos. Es recomendable dejar reposar la papilla durante 20-30 minutos antes de comer.
Sopa De Coliflor Y Albóndigas
materia prima:
filete de pavo o pollo – 300 g;
Claras de huevo frescas – 2;
Patatas - 3 piezas;
Zanahoria – 1 pieza;
Coliflor – 300 g;
Agua – 2-2, 5 litros;
Sal.
Haz carne picada. Amasar bien con las claras de huevo hasta formar albóndigas del tamaño de nueces. Poner en agua hirviendo la col y las zanahorias ralladas, previamente partidas en floretes. Después de 5 minutos, agrega las patatas y córtalas en trozos pequeños. Cuando las verduras estén cocidas, agregue las albóndigas a la sopa y agregue sal. Cocine a fuego lento durante 5-7 minutos.
Si la condición empeora, prepare una sopa cremosa más suave. En este caso las albóndigas no se forman. Agrega la carne picada (sin proteínas) a las verduras cocidas, mezcla, cocina durante 5-7 minutos y haz puré el contenido de la olla con una batidora. Vierta las claras en la sopa en un chorro fino, mientras revuelve.
soufflé de pollo
producto:
Pechuga de pollo sin piel – 500 g;
Leche – 1 taza;
Claras de huevo – 2;
Aceite vegetal (utilizado para lubricar moldes);
Sal.
Precalienta el horno a 180°C. Pasar las pechugas de pollo dos veces por una picadora de carne, mezclar con las claras y la leche, agregar sal. Usa una licuadora para batir la carne picada hasta que quede suave. Engrasa una fuente refractaria con aceite y vierte la mezcla de carne. Hornea por 30 minutos sin abrir el horno.
Filetes de pescado al vapor
Necesitará:
Filetes de pescado blanco (bacalao, bacalao, lubina) – 500 g;
claras de 2 huevos;
Sal.
Muele la carne de pescado hasta obtener carne picada, agrega sal, mezcla con clara de huevo y amasa bien hasta que quede suave. Forme hamburguesas. Colóquelos sobre una rejilla en una olla profunda con agua hirviendo y cocine al vapor hasta que estén bien cocidos (25-30 minutos). Para ello, puedes utilizar una olla de cocción lenta.
Tortilla De Brócoli
materia prima:
Claras de huevo crudas – 4 (o 2 huevos);
Brócoli – 200 g;
Leche – 0, 5 tazas;
agua;
Sal;
Aceite utilizado para la lubricación.
Lavar la col, cortarla en trozos, tapar y cocinar durante 10 minutos. Batir las claras (huevos) con la leche y la sal hasta que estén espumosas. Colocar las verduras cocidas en una sartén ignífuga, rebozar con aceite, verter la mezcla de huevo y leche y colocar en el horno precalentado a 180°C. Hornee por 10 minutos. En casos agudos de la enfermedad, las inflorescencias de repollo se trituran hasta convertirlas en pulpa.
para niños
La enfermedad rara vez se diagnostica en la infancia. Sin embargo, pueden ocurrir ataques agudos si el niño abusa de las drogas, ha sufrido previamente una infección viral grave, un traumatismo abdominal o ha estado tomando medicamentos a largo plazo (hormonas, tetraciclinas). La enfermedad suele aparecer junto con otros trastornos gastrointestinales, como la gastritis. En tales casos, la terapia dietética debe tener en cuenta la naturaleza de la enfermedad subyacente.
La nutrición en niños con pancreatitis es la misma que en adultos y sigue un régimen similar: la primera semana: un menú estricto y más suave, luego una tabla semanal gradualmente diversificada, que presupone una buena digestibilidad y la ausencia de síntomas perturbadores.
Es importante recordar que el cuerpo de un niño en crecimiento necesita las cantidades necesarias de nutrientes, incluida la grasa. Por lo tanto, para no sobrecargar las glándulas, el niño necesita recibir la dosis requerida de enzimas de forma artificial, es decir, con la ayuda de medicamentos.
El menú diario debe incluir verduras, frutas (que se pueden consumir frescas durante la remisión, pero con precaución), lácteos fermentados, líquidos, papillas espesas, sopas y carnes y pescados magros hervidos. Se debe seguir una dieta estricta durante un mes después del ataque, prolongada durante al menos cinco años, y en la forma crónica de la enfermedad la tabla dietética debe seguirse de por vida.
Para mujeres embarazadas
La pancreatitis en las mujeres durante el embarazo puede empeorar al tomar ciertos complejos vitamínicos o por la presión interna sobre las glándulas debido al crecimiento del útero. En este caso, la nutrición para la pancreatitis debe ser dietética, teniendo en cuenta todas las necesidades nutricionales para el pleno desarrollo del feto.
Las ventajas y desventajas de
La dieta es clave no sólo para la salud del páncreas, sino también para la salud de todo el sistema digestivo. De esta forma la nutrición es equilibrada, saludable, más fácil de digerir y más completa. Además, a pesar de estas restricciones, la dieta es bastante diversa y se pueden combinar diferentes alimentos en los platos para proporcionar un cuadro amplio y nutritivo. Sin embargo, lleva tiempo acostumbrarse a esta dieta. Para muchos pacientes, esto es más una barrera psicológica que una barrera de consumo, ya que tendrán que renunciar a muchos productos "deliciosos" que les resultan familiares. Pero es necesario mantener la posibilidad de llevar una vida normal.
Comentarios del nutricionista
El objetivo del tratamiento de la pancreatitis con ayuda de la dieta es, en primer lugar, minimizar la carga sobre las glándulas afectadas. Es importante prevenir la sobreproducción de secreciones enzimáticas. Sin embargo, según los nutricionistas, en ocasiones es necesario dar un descanso a los órganos digestivos. Durante este período, el órgano afectado es más susceptible a la regeneración porque está funcionalmente "dormido".
Para ello se realiza un ayuno terapéutico (negación total de comida). En la mayoría de los casos, este régimen de tratamiento requiere observación durante 24 horas, pero el tratamiento puede prolongarse si el paciente se siente bien y bajo la supervisión de un médico. El ayuno prolongado (más de 7 días) requiere hospitalización.
Una opción más suave es un día de ayuno. Los nutricionistas recomiendan consumirlo al menos una vez a la semana. Elija uno de los platos permitidos, como gachas o puré de verduras. Las porciones preparadas se pueden dividir en varias comidas. No se consumen otros productos.
Comentarios y resultados
Sólo siguiendo estrictamente las reglas de la mesa de tratamiento se puede observar una dinámica de remisión positiva estable.
Cualquier violación de la dieta, incluso la más pequeña, puede deshacer todos los esfuerzos anteriores y desencadenar una nueva ola de enfermedades. Ningún médico revelará de antemano qué consecuencias traerá esto para el paciente, pero de todos modos, las consecuencias serán de lo más decepcionantes. Las revisiones de pacientes con pancreatitis solo lo confirman. Por eso es tan importante comer bien. Lo más importante es tomártelo con calma, estudiar tu cuerpo y aprender qué se tolera y qué no. Un buen motivador para ello es el gran apoyo de los seres queridos.
precio
El costo de una canasta de comida semanal es en promedio de $20 a $40.